sábado, 4 de enero de 2014

Una página (doble) de Jack Kirby (The Losers)

Todo el mundo sabe, o debería saber, quién es Jack Kirby. La cultura popular actual le debe muchísimo. Participó en la creación de prácticamente todos los personajes principales del Universo Marvel de los años sesenta, que son los que siguen recordándose y reutilizándose hoy en día. Era un dibujante eficaz y hábil, que podría haber sido grande de no exigirle las condiciones laborales de la época una producción brutal para poder llegar a fin de mes (llegó a dibujar una media de 150 páginas mensuales). Era un torrente de ideas y conceptos que su editor y coguionista Stan Lee supo controlar y conducir con acierto. Cuando se marchó de Marvel, para trabajar en la competencia, DC Comics, lo hizo como autor completo, demostrando ser un guionista que acumulaba una idea tras otra aplazando ad aeternum cualquier posible resolución dramática (muchas veces la resolución era otra idea). Pero si las historias eran dramáticamente cojas, las ideas seguían siendo de las que perduran en el recuerdo, y años después siguen tan presentes en el comic-book norteamericano como en el cómic del mundo entero. Véase al respecto la obra de autores como Max, Daniel Torres o Rubin, por citar sólo algunos ejemplos nacionales.

Era un dibujante que, habiendo empezado en el oficio en 1936, en los años sesenta y setenta desarrolló una estilización y una síntesis gráfica notables que servían a la perfección a su sentido inusual de la composición y la puesta en escena. Muchas de sus páginas son dignas de estudio y seguramente volveremos a verlas por aquí. Pero siempre he sentido una admiración especial por esta doble página.

Pertenece al número 160 de Our Fighting Forces. Es una historia protagonizada por The Losers (Los perdedores), personajes creados por el excelente guionista Robert Kaniguer. Era un cómic antibélico (publicado en plena era del Vietnam) sobre las andanzas de un pelotón con mala suerte, cuyos miembros eran conocidos de otras publicaciones bélicas de la casa. Jack Kirby se hizo cargo de los personajes durante doce números. La historia de este número empieza con un soldado ruso hablando con un oficial nazi mientras prepara su ametralladora. Al pasar la página nos encontramos con la imagen que nos revela para qué.

Pensemos primero que el sentido de la lectura es de izquierda a derecha. Así leemos los libros, así miramos un dibujo y así vemos también películas (uno de los motivos por los que nos chocan las películas orientales es que el movimiento visual suele ser de derecha a izquierda, al revés que en occidente). 

En esta doble página, tenemos, de izquierda a derecha: personas muertas y caídas en el suelo, personas ametralladas, personas asustadas, personas resignadas y personas desafiantes, todas encaradas a un enemigo de fuera de la viñeta (el ruso de la ametralladora) y del que sólo vemos las líneas cinéticas de los disparos y el impacto de las balas. Normalmente esto sería una secuencia de cinco viñetas, y en orden temporal inverso: desafío, resignación, miedo, impacto, muerte. Cada viñeta sería, por el mero hecho de ser una viñeta, un momento temporal diferente. Aquí, esas cinco viñetas son un único instante simultáneo, congelado, paralizado y prolongado por el texto y la densidad de la imagen. 

Kirby compone la doble página con líneas curvas que confluyen en el inicio de la secuencia, o sea el final de la página y de su teórica lectura. Al abrir la doble página, el lector ve la imagen al completo para centrarse un instante después en el punto focal de la escena y luego retroceder para ver el resto. El impacto inicial es tremendo, y sólo una vez asimilado éste, puede pasar el lector a leer textos e imagen y comprender todos los detalles de la escena, para luego volver a mirar inevitablemente (la composición así lo impone) el punto focal de la derecha, formando un bucle cerrado visual y narrativo.

Kirby no es un autor naturalista, su campo es la imaginación y la aventura, pero sabe ser dramático y efectivo y dejar bien claro de qué lado debe ponerse el lector. ¿Y qué mejor manera que con una imagen que nos hace ver una y otra vez a las víctimas?

4 comentarios:

  1. sin ser el Kirby que me gusta, el que tuvo, retuvo...

    ResponderEliminar
  2. Muy interesantes tus comentarios. Nada más ver esta imagen, no sé porque, he pensado que ibas a relacionarlo con el 2 de mayo. Esta página no la conocía, pero las paginas dobles de Kirby casi siempre eran increíbles.

    ResponderEliminar
  3. Bien visto. Estuve a punto de hacer una mención de pasada, pero no suelo achacar referencias culturales a un autor cuando no sé si existen de verdad. Es evidente que recuerda al cuadro de Goya, pero eso es cosa mía (o tuya), por tanto sólo cabría comentarlo dentro de un contexto de recepción del mensaje. Aquí me limito a hablar de cuestiones narrativas y de lenguaje.
    Por otra parte, me alegro que te haya interesado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo en que no debe darse por cierto lo que puede ser simple casualidad, si no se puede probar, pero me alegra saber que no es una sensación únicamente mía.

      Eliminar