viernes, 25 de abril de 2014

GHOST MONEY 1: LA DAMA DE DUBAI, por Smolderen y Bertail

Dentro de la multitud de trabajos absurdos que le tocan a uno en esto del mundo de la edición, siempre da gusto que te encarguen traducir un tebeo que es bueno, y más cuando ya lo conoces y aprecias.

Traducir un tebeo, un libro, un subtítulo, supone hacer un análisis más o menos voluntario de dicha obra para intentar descubrir qué pretende decir el autor y transmitir esa intención más allá de la literalidad de las palabras. Es una exploración forense de mecanismos literarios y gráficos, recursos estilísticos voluntarios y tics involuntarios. Y cuando la obra es buena, y entiendo porqué hacen los autores lo que hacen, disfruto enormemente haciendo ese trabajo. (Por eso, cuando me piden alguna reseña de un cómic, suelo hacerlas sobre todo de material que he traducido, porque lo entiendo a la perfección). Lo cual me lleva a uno de los tebeos que más he disfrutado traduciendo en los últimos tiempos, aunque me haya llevado más tiempo de lo normal.

De no mediar alguna sorpresa, está a punto de ver la luz Ghost Money, de Smolderen y Bertail, un tebeo que vale realmente la pena. Tiene un guión milimétrico, donde nada está dejado al azar y que se disfruta repasando para comprender los matices que se te escaparon al principio. Y un grafismo que refleja con la misma soltura las destartaladas calles de Irak como la arquitectura pseudofuturista de Dubai. Su estructura de best-seller literario presenta muchos personajes muy bien definidos, un desarrollo sorpresivo de la trama y una ambientación de futuro cercano (los años 2020s). Es una historia de política ficción con amores no correspondidos, conflictos en Oriente Medio y unos Estados Unidos nuevamente conservadores buscando una salida bélica a su crisis financiera, y todo ello centrado en Chamza, una estudiante de económicas, poseedora de una fortuna de cuantía y origen desconocido, que prescinde de fronteras y que está enamorada de un poeta que los Estados Unidos consideran un terrorista en potencia. 

Thierry Smolderen es un excelente crítico y estudioso del cómic, que sabe escribir tanto guiones de autor (McCay, con Bramanti) como de consumo (Gipsy, con Marini), y aquí se lanza a realizar un thriller político que combina ambas vertientes suyas, además de un exquisito planteamiento secuencial y narrativo que delata a quien ha estudiado mucho el medio. Por su lado, el dibujante Bertail realiza un trabajo muy interesante potenciando la espectacularidad de paisajes y entornos, pero sin perder el cuidado por el detalle y los personajes en viñetas de tamaño sorprendentemente reducido para dejar más espacio a esos paisajes que, además, van a sangre.

El resultado es una obra pensada para una edición en álbum de formato grande (aquí no hay reducción de tamaño que valga, si no quieres cargártelo), y cuyo principal y único defecto es que al finalizarlo te quedas con ganas de seguir leyendo. E igual sucede con los álbumes posteriores, que van complicando más y más una historia cuyo final está anunciado en Francia para finales de este año.


(En Ninth Ediciones me aseguran que la edición española será incluso un pelín más grande que la original francesa, y que está previsto editar las entregas con bastante celeridad, publicando en menos de un año lo que los compradores de la edición francesa hemos ido leyendo y releyendo a lo largo de seis años. Cabrones con suerte).

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